23 de julio de 2010

Enamorado de quien se va

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Te pienso, te recuerdo, te oigo, te hablo de lejos y te acabo escribiendo. A cada trazo escucho los gritos del papel pidiéndome que pare; susurrando que más sufrimiento no vale la pena. Las páginas que han llorado mis lágrimas me devuelven ahora frases llenas de dolor y golpes, para que sea yo mismo el que detenga esta obsesión por lo imposible: Siempre igual: deseando enamorarme de lo que ya es caduco. Y me caduco yo esperando a esa musa que no sea musa y que gaste sus últimos días antes de marchar junto a mí. Para que cuando ella coja un tren, un taxi o un avión, ya no me quede amor que llorar porque lo haya gastado en su piel y sus labios.


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Pero hoy oí tu canción y sé que aún siento cada gesto, cada bostezo y susurro, cada caricia involuntaria, cada transgresión a la cortesía en las horas dedicadas solo a memorizarte. Sonrío al recordar tu voz, sudo si toco tu ombligo en el aire, cierro los ojos para retener tu mirada un momento y se para el tiempo si mi caminar huele a ti.
Diré que no me importa, que da igual. Y algún día esto será verdad, aunque ahora mismo me apetezca decírtelo y seguir ennegreciendo mis páginas. Tarde o temprano el silencio de tus hojas blancas me hará olvidar. Y el lápiz dejará de cortar los puntos de mis heridas sin curar.

15 de julio de 2010

Más allá de este lugar

Alejarse. Enfocar más allá de la cara que te mira. Poner la esperanza fuera de ese lugar que es cómodo, conocido y fácil de manejar.
Y queriendo dudar sabes que debes mover tu mente y después llevar a rastras tu cuerpo allá a donde el futuro ya tiene lienzo para empezar a dibujarlo. No te importe nunca la distancia más de lo necesario. No te importe pasar frío más de lo necesario. No te importe cambiar los labios que te besan más de lo necesario,;preocúpate de no olvidar el tacto de los que ya lo hicieron. Ser feliz cada día que tropieces va a ser tu máxima, y, así; seguir iluminando a los que aún nos toca esperar.
Es posible que los kilómetros, la nieve y la falta de besos nos quieran hacer perder la memoria. Pero nadaremos contra esa marea al ritmo que marque alguna canción lenta. Y sin agobiarnos llenaremos páginas de fotos sin pasar página alguna.