30 de septiembre de 2009

Reflexion de un alma lejana



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Cuando en pocos días alguien se vuelve especial para mí, en cualquier aspecto, acabo pensando que el mundo es fácil de vivir. Sin embargo, solo con suerte se consiguen amigos que den más de lo que algún día puedas devolverles. Por otra parte: ni la insistencia, ni el apego, ni el amor siquiera, serán capaces de crear lazos tan fuertes como estos; lazos que dejarán una gran marca en mi piel al alejarse y estirarse, al querer desaparecer. En este siglo en el que las distancias se miden en tiempo, es muy fácil ir dejando atrás amistades que, poco a poco, hacen tiras en mi piel para vivir dentro y hacerme llorar cada noche en una cama vacía de sensaciones nuevas. Si en la opinión de alguien, existe un método para olvidar ese dolor bajo la ropa, que lo explique al mundo, yo seré de los primeros en intentar no sufrir. Mientras tanto miraré el tablón de las fotos, donde las personas importantes aguardan inmóviles el brillo de otra lágrima.

29 de septiembre de 2009

Reflexiones de un alma extraña



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Al ver pasar cada hora sin pensar en qué color debería tener la siguiente, me he dado cuenta de lo importante que es el tiempo. Después de 5 años creyendo que podría organizarme y colocarme en este mundo loco antes de vivirlo, estoy parado, quieto. Estos días estoy pasando incluso miedo; porque en realidad no sé cómo se vive sin tener como prioridad algo que no cesa de presionarte. Es una liberación que no necesita nada más que…… tiempo.
Por otra parte me impresiona enormemente no sentir nada especial, tenía pensado no parar de escribir y sin embargo esto es lo primero. No es que esté sin ganas o motivos (sobran), pero no estoy emocionado. Quizás se deba a que normalmente escribo sobre lo triste en mis reflexiones, y no se hablar de las cosas que me hacen sentir feliz. Lo he hablado con David y a él le parece que este año a mi me servirá para dejar atrás lo que me angustiaba moralmente. Y eso sólo se consigue dejando que los sueños manden en mi vida algo más que el orden y que algunas normas. Así que, ya con mi bici de los años de grises colores en el cine, he visitado una tienda de instrumentos y he estado oliendo madera, metal, nylon y música… si tuviera dinero...