¿Qué esperas de mí? ¿Qué buscas cuando me miras y no consigues descubrir ese algo que yo no sé?
Tal vez quieras consuelo; un amigo que te hable y te escuche explicar que el cielo está puesto en el lugar equivocado. Quizá necesites un compañero que apoye tus decisiones y te ayude día a día a construir escaleras más y más altas, más y más firmes. A lo mejor solo buscabas saciar la curiosidad y yo escribo para nada, porque no volverás para responder a mis dudas. Yo espero que hayas venido a compartir el cielo que conozco, y que traeré cuando entres en mi cama; un cielo que no hay que esperar en lo alto de largas escalinatas.
Sáname de esta espesa soledad y sácame de esta nueva rutina que odio. Tira mi melancolía por la ventana y dime quién soy cuando desgastes mi piel con tu lengua y veas más adentro. Entra ahí donde los prejuicios y las ganas de comer luchan por demostrar que estoy vivo en un mundo lleno de prisas y vacío de sonrisas.
¿Qué quieres de este noctámbulo poeta de lágrimas secas?
Puede que no tenga más para darte, no sé qué ofrecerte. Pero dime qué quieres encontrar, quien soy y quien quieres que sea.

¿Qué quieres de este noctámbulo poeta de lágrimas secas?
Puede que no tenga más para darte, no sé qué ofrecerte. Pero dime qué quieres encontrar, quien soy y quien quieres que sea.